El ser humano ha consumido los huevos de tortuga desde antaño. En algunos lugares se les atribuye poderes afrodisiacos y esta supuesta cualidad aumenta su demanda. Si bien la captura de quelonios (tortugas) para obtener su carne o su piel ha disminuido, la recolección de huevos va en aumento. Esto se debe a que es más difícil detectar a los recolectores de huevos, pues no dejan rastro; al contrario de lo que sucede con quienes matan a las tortugas y las desollan para obtener su carne o su piel. Actualmente Oaxaca, Guerrero, Colima, Michoacán y Jalisco son los centros más importantes de recolección de huevos, siendo las costas oaxaqueñas las más importantes en cuanto a cantidad de huevos que se pueden obtener.
La tortuga marina de la especie Carey es masacrada para ser desposeída de su caparazón, que es muy hermoso. Con él es posible confeccionar una infinidad de objetos ornamentales, así como joyería.
La carne de tortuga es muy apreciada para su consumo. Aunque el fenómeno de la venta abierta de carne de tortuga ha disminuido mucho, se le consume de forma privada. Se le considera un manjar que se sirve en eventos familiares relevantes como un cumpleaños, 15 años, una boda o algún otro festejo. La zona donde más se consume la carne de tortuga es en la parte de la costa del Mar de Cortés, de Baja California Sur, así como en los estados de Sinaloa y Sonora. La carne circula desde Bahía de Los Ángeles en Baja California hacia Guerrero Negro y de Guerrero Negro también mandan carne a Ensenada y Tijuana.
La piel de las aletas de la tortuga se usa para confeccionar calzado de todo tipo, especialmente botas, cinturones, bolsas, marcos para fotos, etcétera. Estos artículos se consumen principalmente en el sur de Estados Unidos y el norte de México, aunque también se les encuentra en Tabasco, Campeche, Oaxaca y Guerrero. Hay productores de calzado en Guanajuato y Ciudad Juárez que, aunque saben que es ilegal trabajar la piel de tortuga, lo hacen clandestinamente atraídos por los altos precios que estos artículos alcanzan en el mercado.
Todas las especies de tortugas marinas mexicanas se encuentran en peligro de extinción. Por ello el 1 de junio de 1990 el gobierno mexicano declaró la veda total de todas las especies marinas de tortugas, es decir, la prohibición absoluta de caza de tortugas y recolección de huevos. Las especies de tortugas que anidan en las costas mexicanas y que pretende proteger la veda son: golfina, laúd, carey, lora, prieta, verde, caguama.